lunes, 31 de julio de 2017

CONVOCATORIA AL DIÁLOGO

Estimada Comunidad Aplicacionista:

Frente al panfleto que se me entregó formalmente en mis manos, en el corta calles del día viernes 28 julio, en la que aparece mi persona vinculada a ser “cómplice del opresor”, debo expresar que estoy muy alejado de eso, distante y lo rechazo. Es falso.  Actúo como un profesor de Estado que dirige un liceo público, dependiente de la municipalidad, con identidad e historia. Y en esto, pongo mi esfuerzo, mi capacidad y las ganas. Se trata de la educación pública, y ciertamente es interesante y desafiante colaborar y trabajar para compartir con otros la urgencia que tenemos para rescatar su espíritu y su dinámica.
Y frente a la amenaza que “será atacado por los oprimido”, ver volante del corta calles y que ha circulado en las redes sociales, puedo, en una primera respuesta al hacerme cargo de este mensaje, invitar al diálogo, al trabajo colaborativo para responder a los intereses, necesidades y problemáticas.

Por esto reitero la convocatoria al diálogo, a la participación y al trabajo colaborativo para ser y actuar como una comunidad para el aprendizaje, para seguir escribiendo nuestra historia. Todos y todas estamos llamados al diálogo aplicacionista, a organizarse en los distintos equipos de trabajos, de expresión social y política, de recreación y deporte, de academia y talleres, en los consejos y en las reuniones para lograr una visión común y compartida de lo que queremos como Liceo de Aplicación.

Queremos y necesitamos un segundo semestre más normalizado para seguir escribiendo nuestra historia al servicio de la educación pública. Para esto nos tenemos que seguir organizando en los distintos equipos de trabajos, profundizar en el diálogo aplicacionista que nos permita desarrollar las actividades académicas, artísticas, culturales y deportivas en un contexto favorable y facilitador. También participar activa y responsablemente en las distintas reuniones, comités, consejos para expresar nuestros intereses, proyectos y necesidades. Trabajemos por una visión compartida que sintetice y realice nuestro proyecto educativo que contribuye desde nuestra identidad e historia a una educación inclusiva, democrática, laica y republicana.

 Todos y todas somos necesarios para resolver los problemas que desmejoran nuestra convivencia y entorpecen la realización de los distintos procesos pedagógicos y formativos. A cada uno y cada una le solicito que realicen el mejor esfuerzo para lograr una mejor convivencia que nos facilite el diálogo para la acción, el aprendizaje para expresar en forma democrática y libre nuestros intereses y necesidades con el objeto de formar una comunidad para el aprendizaje.
Creemos que tenemos el derecho y el deber de trabajar por una verdadera comunidad aplicacionista que sea capaz de proyectarse y seguir escribiendo su proyecto como un eje fundamental para la educación pública y al servicio de nuestra población escolar.
Es hoy que tenemos que ser y actuar como los protagonistas de este proyecto que realizamos. Queremos y necesitamos un segundo semestre de diálogo, de creación, de participación, de clases sistemáticas y planificadas, de una mejor convivencia, de actividades artísticas, culturales y deportivas. Si lo seguimos postergando y suspendiendo, todos y todas perdemos esta hermosa posibilidad de hacer de nuestro Liceo una comunidad que se atreve, que se aventura y se proyecta hacia una formación de excelencia en lo personal y en lo social.

Disculpen la siguiente frase que he logrado acuñar después de conocer y valorar nuestra comunidad educativa. Creo que Chile necesita del espíritu plicacionista. Que se resume en jóvenes con proyectos de vida interesante, con espíritu de servicio y compañerismo, con mirada crítica y una buena capacidad para dialogar y argumentar, con buenas capacidades para los desafíos culturales, sociales, económicos, artísticos y deportivos. Una identidad que les permite asumir y responder a una convocatoria necesaria y urgente para los tiempos de hoy. Chile necesita jóvenes muy bien formados, con excelencia, con ganas de ser verdaderamente un “agente de cambio” animado por la justicia, la libertad, la solidaridad y la equidad.

Chile necesita de una comunidad para el aprendizaje que represente un modelo educativo caracterizado por el diálogo, la apertura, la propuesta de iniciativas pedagógicas, de la posibilidad de cambio de todo aquello que entorpece la creación de un ambiente escolar sano y de buena y respetuosa convivencia.

A esto les convoco a seguir escribiendo nuestra sincera y honesta promesa de estar al servicio de la educación pública, por aquella que trabajamos y queremos fortalecer. Ahora que vivimos bajo este mismo techo aprendamos a ser una comunidad que dialoga, y desde la diversidad y el capital que somos pongamos cada uno y cada una el mejor de los buenos esfuerzos que observamos en lo cotidiano y en la persona del otro, especialmente en aquellas personas que viven el necesario y buen espíritu aplicacionista. Dialoguemos desde lo que somos para fortalecer nuestro proyecto educativo.

Reitero la convocatoria, les invito a dialogar, a conversar nuestras diferencias, a identificar los puntos de encuentros, a trabajar por una visión compartida de la misión de nuestra educación aplicacionanista, laica, republicana, participativa e inclusiva.  Esta es mi primera respuesta, a dialogar desde lo que somos y queremos seguir escribiendo, “ya que habitamos bajo el mismo techo”.


                                                                                             Jorge Marticorena Zilleruelo
Santiago, 31 de julio 2017