Con las fuerzas que me dan los 46 años de trabajo por la educación de
nuestros jóvenes, quiero estrechar con un gran abrazo de bienvenida a todos los
integrantes de esta gran familia que conformamos los que trabajamos, estudiamos
y queremos a esta institución formadora de hombres y mujeres que construirán
una sociedad libre de injusticias, con amor en sus corazones y paz en sus acciones.
Como siempre, la tarea de este año la debemos enfrentar con unidad y
responsabilidad. Los tiempos son difíciles y debemos fortalecer nuestro
espíritu de cuerpo. El Liceo de Aplicación es UNO y único.
La calidad educativa la
queremos todos y debemos entregarnos totalmente para satisfacer esta demanda.
Creo que somos capaces de ello y lo mostraremos entregando cada uno lo que
corresponda. Los docentes, tratando
los contenidos necesarios en los tiempos destinados para ello. Los estudiantes, realizando sus deberes e
investigando mas allá de los contenidos entregados, superando sus notas en
forma permanente y elevando sus puntajes para el ingreso a estudios superiores.
Los apoderados, aportando para que
sus pupilos puedan realizar sus deberes oportuna y adecuadamente, preocupados
en otorgarles el espacio y tiempo necesario para atenderlos. Los asistentes, preocupados para que sus
tareas permitan trabajar con orden y en los tiempos destinados para ello. La educación la hacemos todos, con la
debida entrega de trabajo en los tiempos que corresponda.
El logro de nuestra unidad será fortalecida por el respeto que nos debemos unos con otros, y que entregaremos a
nuestros semejantes, integrantes de esta Gran
Familia, a la que se incorporan nuevos estudiantes, profesores,
funcionarios y apoderados.
Me permito demandar a que
cada integrante de esta familia: estudiantes, profesores, apoderados,
ex-alumnos, y funcionarios en general, haga su aporte para mantener nuestra casa en las mejores condiciones
posible.
Finalizo entregando un saludo muy especial a todos los nuevos
estudiantes, apoderados y funcionarios que se integran a esta familia, y los
invito a trabajar con perseverancia y cariño para lograr que florezca lo mejor
de cada uno. Tengan la confianza que, mientras esté aquí, haré todo lo posible
por lograr la armonía para el buen desarrollo de sus actividades.
¡Hurra muchachos! Con alegría y nobleza en nuestros
corazones.
Luis
Belfor Moya Gallegos
Director
( R).